Antes.

Será extraño, pero antes no era yo. Antes era otra persona dominada por un espíritu hundido que se arrastraba por los suelos. Francamente, me cuesta hablar de ello porque ha sido difícil, y sé que no es lo que se espera, a nivel estético de mí, pero lo reconzco: no estaba bien.

Y en mi enorme egocentrismo decidí negarme. Era nada. Yo era el centro de mi vida, y yo no tenía valor para mí misma. Una enorme paradoja a la que se enfrenta mucha gente cuando está mal. No puedo quejarme de mi vida, de mis porblemas, de las cosas a las que tengo que hacerles frente, pero sin embargo no lograba estabilizarme. Muchas de las imágenes son representaciones de momentos fríos o angustiosos a los que me enfrentaba de cualquier manera, han sido derrotas, han sido llanto y escombro. Pero ahora ya pasó, por eso forma parte del antes. Sin embargo, no puedo no compartir esta faceta, esta fase que de ha formado parte de mí y que de algún modo u otro, sé que sigue siendo parte mía. De mi pasado. Creo que es necesario aceptarlo y quiero compartirlo ahora que ya lo he superado.